
¿En qué recóndito paraje de mares inciertos,
andarán las sirenas,
cantando al silencio?.
¿Adonde irán sus voces a sucumbir?.
¿En qué caída honda de oleajes y deseos,
encenderán el cielo
de esta noche?...
Vuela el pensamiento sin alas
hacia el tintero del alma,
vuela arrancándose
el bullicio del mundo.
Pocas son las luces
que alumbran este cementerio
de palabras.
Al cielo desvelo
y doy besos
para que no tenga celos
de una estrella,
mientras la noche se descorcha
en un nudo de tristeza
en al ventana.
de un abismo excavado,
lejos un corazón sin alas,
espera en su puerto de esperanza.
La espera es un ancla
que se hunde en las arenas del tiempo,
hace un hoyo en las sombras
y luego se queda vencida,
mirando a los ojos
para siempre...

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